El siglo XXI se distinguirá, sin duda, por la relación de dos disciplinas que se han desarrollado de manera muy importante durante la segunda parte del siglo XX: La computadora y la Biología.
Existen estudios escrupulosos de científicos y técnicos que sirviéndose sobre todo de complicados cerebros electrónicos, manipulan miles de datos estadísticos, examinan las metas alcanzadas en los sectores de la investigación científica y en el campo experimental, con el propósito de señalar metas y modos de conseguir los objetivos trazados, distantes pero tangibles y útiles para la humanidad; en un futuro no muy lejano se prevé perspectivas de progreso en los siguientes campos de la biología.
Debido a esto surge la bioinformática, que es una disciplina científica que se interesa por los aspectos relacionados con la información biológica mediante la aplicación de técnicas y herramientas propias de las matemáticas, la Biología y la informática, con el propósito de comprender el significado biológico de una gran variedad de datos
Los avances de la Biología molecular permiten la generación de una gran cantidad de información cuyo análisis requiere el uso de herramientas de cálculo altamente especializados. La bioinformática ha tenido una expansión notoria en sus aplicaciones en los últimos años, y se ha utilizado en problemas como el análisis de los datos obtenidos en el proyecto genoma humano, donde se realiza un mapa genético de las posiciones de los genes, y la determinación de la secuencia de las bases de ADN, marcadores genéticos, modelaje molecular, etcétera.
El ADN puede almacenar más información que un chip convencional de computadora. Existen grandes compañías computacionales que suman sus esfuerzos para fabricar “biochips”, que son dispositivos similares a los microchips, aunque con una amplia variedad de funciones para medicina y la agricultura.
Igual que sucede con los circuitos de las computadoras, que son capaces de calcular millones de operaciones matemáticas en sólo segundos, los biochips realizarán millones de reacciones biológicas, como decodificar genes, en cuestión de segundos.
Existen estudios escrupulosos de científicos y técnicos que sirviéndose sobre todo de complicados cerebros electrónicos, manipulan miles de datos estadísticos, examinan las metas alcanzadas en los sectores de la investigación científica y en el campo experimental, con el propósito de señalar metas y modos de conseguir los objetivos trazados, distantes pero tangibles y útiles para la humanidad; en un futuro no muy lejano se prevé perspectivas de progreso en los siguientes campos de la biología.
Debido a esto surge la bioinformática, que es una disciplina científica que se interesa por los aspectos relacionados con la información biológica mediante la aplicación de técnicas y herramientas propias de las matemáticas, la Biología y la informática, con el propósito de comprender el significado biológico de una gran variedad de datos
Los avances de la Biología molecular permiten la generación de una gran cantidad de información cuyo análisis requiere el uso de herramientas de cálculo altamente especializados. La bioinformática ha tenido una expansión notoria en sus aplicaciones en los últimos años, y se ha utilizado en problemas como el análisis de los datos obtenidos en el proyecto genoma humano, donde se realiza un mapa genético de las posiciones de los genes, y la determinación de la secuencia de las bases de ADN, marcadores genéticos, modelaje molecular, etcétera.
El ADN puede almacenar más información que un chip convencional de computadora. Existen grandes compañías computacionales que suman sus esfuerzos para fabricar “biochips”, que son dispositivos similares a los microchips, aunque con una amplia variedad de funciones para medicina y la agricultura.
Igual que sucede con los circuitos de las computadoras, que son capaces de calcular millones de operaciones matemáticas en sólo segundos, los biochips realizarán millones de reacciones biológicas, como decodificar genes, en cuestión de segundos.
El desarrollo de técnicas modernas para el análisis del genoma de todos los nucleidos del ADN de una especie y la determinación de las proteínas que codifican esos genes ha generado grandes cantidades de datos casi imposible de almacenar, ordenar, integrar y comprender sin no se contara con el apoyo de equipos y sistemas de informática desarrollados durante estos últimos años.
La relación entre la biología molecular y la informática se puso de manifiesto en especial, en la época que que se inicio el proyecto de genoma humano (PGH), por el año 1990. Las computadoras de esa época no eran tan veloces, ni almacenaban y procesaban tanta información como las que tenemos ahora. Con aquella tecnología, se pensó que este proyecto de analizar los más de tres mil millones de nucleotidos del ser humano se tardaría muchos años. Sin embargo con el desarrollo de computadoras cada vez mas rápidas y eficientes, el proyecto pudo avanzar más rápido de lo que se esperaba, por lo que se concluyo en el años 2003, mucho antes de la fecha prevista originalmente.
Las computadoras actuales pueden procesar gran cantidad de datos y han permitido el análisis del genoma de diversas especies de bacterias, plantas, ratones, levaduras, así como de animales, incluido, por supuesto, el ser humano, lo que ha hecho posible determinar las relaciones evolutivas entre especies. También nos permiten analizar la secuencia de aminoácidos de una proteína y con estos datos predecir mapas genéticos, localizar genes dentro de una secuencia de nucleotidos, predecir el funcionamiento de una célula y facilitar el diagnostico molecular de enfermedades.
En la actualidad, escuchamos con mucha frecuencia termino que relacionan a la informática con la biología:
INFORMÁTICA:
Es el desarrollo de la infraestructura necesaria para el manejo y análisis de la gran cantidad de información que se genera a partir de los estudios de secuencias de aminoácidos, y tiene lugar mediante la generación de bases de datos y de sistemas de algoritmos o formulas matemáticas que permiten integrar la información recopilada e interpretada adecuadamente.
BIOCOMPUTACIÓN:
Se puede considerar que la bioinformática desarrolla el software necesario para apoyar a la biología molecular, y que la biocomputación desarrolla el hardware en el que se combinan la biología y la computación.
Se han producido chips de ADN, biosensores y otros dispositivos en los que se combina material biológico, como del ADN, con otros materiales, como vidrio o silicio, para optimizar los procesos de análisis de muestras biológicas.
La relación entre la biología molecular y la informática se puso de manifiesto en especial, en la época que que se inicio el proyecto de genoma humano (PGH), por el año 1990. Las computadoras de esa época no eran tan veloces, ni almacenaban y procesaban tanta información como las que tenemos ahora. Con aquella tecnología, se pensó que este proyecto de analizar los más de tres mil millones de nucleotidos del ser humano se tardaría muchos años. Sin embargo con el desarrollo de computadoras cada vez mas rápidas y eficientes, el proyecto pudo avanzar más rápido de lo que se esperaba, por lo que se concluyo en el años 2003, mucho antes de la fecha prevista originalmente.
Las computadoras actuales pueden procesar gran cantidad de datos y han permitido el análisis del genoma de diversas especies de bacterias, plantas, ratones, levaduras, así como de animales, incluido, por supuesto, el ser humano, lo que ha hecho posible determinar las relaciones evolutivas entre especies. También nos permiten analizar la secuencia de aminoácidos de una proteína y con estos datos predecir mapas genéticos, localizar genes dentro de una secuencia de nucleotidos, predecir el funcionamiento de una célula y facilitar el diagnostico molecular de enfermedades.
En la actualidad, escuchamos con mucha frecuencia termino que relacionan a la informática con la biología:
INFORMÁTICA:
Es el desarrollo de la infraestructura necesaria para el manejo y análisis de la gran cantidad de información que se genera a partir de los estudios de secuencias de aminoácidos, y tiene lugar mediante la generación de bases de datos y de sistemas de algoritmos o formulas matemáticas que permiten integrar la información recopilada e interpretada adecuadamente.
BIOCOMPUTACIÓN:
Se puede considerar que la bioinformática desarrolla el software necesario para apoyar a la biología molecular, y que la biocomputación desarrolla el hardware en el que se combinan la biología y la computación.
Se han producido chips de ADN, biosensores y otros dispositivos en los que se combina material biológico, como del ADN, con otros materiales, como vidrio o silicio, para optimizar los procesos de análisis de muestras biológicas.